Consultado sobre las declaraciones del gobernador Scioli y a las interpretaciones y repercusiones de las mismas, en diálogo con Pablo Wende por Radio El Mundo, el diputado de la provincia de Buenos Aires por el Frente para la Victoria y referente del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro, expresó:
"Lo que quiso decir Scioli, me parece que es anecdótico. Yo no soy intérprete de Daniel Scioli y de frases que pueden tener múltiples interpretaciones y análisis. Lo que sí creo es que, a partir del 11 de agosto, que parecía que cambiaba la historia argentina por el resultado de las primarias, sin menoscabar la importancia de ese resultado, ha habido una ofensiva de determinados grupos económicos que se expresan en medios masivos de comunicación: basta con ver la tapa de Clarín y cómo amplifica esta frase de Scioli para plantear que si no pasan determinadas cosas va a haber caos, que si no pasa “tal cosa” hay que meterse debajo de la cama, y que si no pasan “otras cosas” este no es el lugar indicado para estar los futuros dos años. Se plantea el caos, se plantean cosas que no tienen nada que ver con la realidad de esta Argentina; cuando, el día 12, Argentina siguió funcionando con sus cuestiones buenas, con sus cuestiones regulares y con las cuestiones que hay que resolver y que están pendientes. Empiezan a plantear escenarios de transición: y acá hay un gobierno democrático que está cumpliendo con el marco constitucional y legal, y que en el 2015 terminará su mandato”.
Pablo Wende - ¿A que se refirió Scioli cuando dijo que espera que el gobierno termine lo mejor posible? ¿Está avizorando que puede haber complicaciones en la transición, está abriendo el paraguas, es un mensaje a la interna peronista? ¿Cómo lo lee usted?
Fernando Navarro - Yo no soy intérprete de Daniel Scioli y de frases que pueden tener múltiples interpretaciones y análisis. Lo que si creo es que, a partir del 11 de agosto, que parecía que cambiaba la historia argentina por el resultado de las primarias, sin menoscabar la importancia de ese resultado, ha habido una ofensiva de determinados grupos económicos que se expresan en medios masivos de comunicación: basta con ver la tapa de Clarín y cómo amplifica esta frase de Scioli, que da lugar a tantas interpretaciones, para plantear que si no pasan determinadas cosas va a haber caos, que si no pasa “tal cosa” hay que meterse debajo de la cama, que si no pasan “otras cosas” este no es el lugar indicado para estar los futuros dos años. Y esto lo han dicho analistas, periodistas, que son los que, en realidad, ejercen el rol opositor; porque, los dirigentes de los partidos políticos opositores navegan en la ambigüedad. Lo que quiso decir Scioli, me parece que es anecdótico. Nadie se va acordar de lo que quiso decir Scioli dentro de media hora. Lo más importante es analizar lo que se está discutiendo... Y lo que se está discutiendo en Argentina, cuando la Presidenta habla en Río Gallegos y, después, cuando hay un diálogo con los sectores ligados a la producción, al sector financiero, al trabajo; es de qué forma seguimos, con correcciones y rectificaciones, en este proyecto que implica más mercado interno, más salario, más trabajo, y defender la industria nacional. O lo que se avizora, por lo menos algunos dirigentes importantes lo han planteado respecto a que Argentina, hoy, no es competitiva porque el salario del trabajador es muy alto, como dijo Paolo Roca, como lo dijo Ratazzi, cuando se plantea la devaluación, cuando se plantea la necesidad de endeudarnos para pagar deudas y no para obras de infraestructura, cuando hablan de volver a la jubilación privada en un sistema mixto y cuando hablan de bajar las retenciones. Y eso habla de que hay dos esbozos o dos perfiles de una Argentina: nosotros queremos seguir el camino que iniciamos en 2003, reitero, con rectificaciones por errores que haya que corregir, pero defendiendo el mercado interno. La verdad es que no me parece que haya que analizar una frase sin saber en qué contexto la dijo: no me parece que haya que perder tiempo en hacer un análisis de estas características, como si fuese una verdad revelada.
PW - ¿Usted piensa que hay sectores que quieren instalar un clima de ingobernabilidad?
FN - Yo no lo pienso: lo leo, lo escucho. Esto se ve en televisión. El señor Jorge Lanata, la misma noche del 11 de agosto, hablaba de que de la presidenta depende que vayamos al caos o no. Creo que Longobardi hablaba de que, si esto va a ocurrir, hay que estar debajo de la cama. Y no recuerdo los nombres de otros periodistas; pero, todos los comentarios eran muy parecidos. Se plantea el caos, se plantean cosas que no tienen nada que ver con la realidad de esta Argentina, cuando el día 12 Argentina siguió funcionando con sus cuestiones buenas, con sus cuestiones regulares y con las cuestiones que hay que resolver y que están pendientes. Empiezan a plantear escenarios de transición: y acá hay un gobierno democrático que está cumpliendo con el marco constitucional y legal, y que en el 2015 terminará su mandato. Se verá que pasa, de acá al 2015, como hay que esperar el resultado de octubre, que es resultado definitivo de las elecciones legislativas. Me parece que hay un apresuramiento de los grupos económicos por seguir presionando, entre otras cosas, por la devaluación. Y, algunos dirigentes, subordinados a esa lógica y que priorizan si van a ser presidentes, gobernadores o intendentes, desvirtúan el accionar de la política; que tiene que ver con que nosotros tenemos que trabajar, desde el oficialismo o la oposición, para que la vida de los argentinos sea mejor: no para que nuestras aspiraciones, por más legítimas que sean, sean el centro de nuestro accionar o nuestro compromiso diario.
PW - Hay temas que se van imponiendo en la agenda. Yo, por ejemplo, estuve en un encuentro con gente que maneja empresas y me preguntaron, seriamente, si yo pensaba que Cristina se iba a ir antes, si iba a abandonar el poder antes. Y yo les pregunté de dónde habían sacado eso...
FN - Temas que pueden estar en la agenda: no sabemos si Messi va a a estar en el mundial, dicen que está lesionado. Puede estar en la agenda, también... Me parece que es poco serio. Si se lo dijo un empresario, no es un empresario. Será un “busca”, y discúlpeme la expresión... Una persona con sentido común, que tiene una empresa, no puede comentar eso. Salvo que viniera de una noche de copas, no pudo ir a la casa, llegó apurado...
PW - Yo se lo comento por el absurdo...
FN - Le planteo algo que, también, se está discutiendo: dicen que si bajo 30 kilos, puedo estar en el plantel de Brasil como arquero suplente... Pero, no lo comente...
PW - Está bien... Pero, son esos microclimas que se generan que, después, tienen caja de resonancia...
FN - Sí. Pero, son microclimas que, después, están dos meses analizando porqué, en octubre del 2011, pasó lo que pasó. Son microclimas que hacen que, el día 10 de agosto, personas que uno consideraba que eran serias y que después dan cuenta de que han dejado de ser serias, como Lavagna que hablaba de fraude, o como Lanata que hizo una editorial en Clarín anunciando el fraude. Y me parece que, todo eso, habla de la poca seriedad... Porque, al día siguiente, cuando la elección fue ejemplar, nadie fue a analizar lo que cuatro horas antes habían dicho. La realidad es la única verdad: hubo elecciones, hemos perdido, estamos haciendo el análisis, queremos corregir, seguiremos haciendo bien lo que estamos haciendo bien, escuchamos a la sociedad, y, el microclima, dejémoslo para el microclima. Son personas que viven dentro de una heladera y, a veces, salen para no congelarse. La realidad es otra: en la esquina, en la cuadra, en el barrio y en las fábricas.
PW - Le hago una última pregunta sobre un tema que no le atañe a usted; pero, del que tal vez tenga una opinión. Otra vez se empieza a hablar de Guillermo Moreno. Si sí, si no, que no estuvo en el encuentro con los empresarios, que no va a ser parte de la delegación del viaje del gobierno para ver al Papa... ¿Moreno tiene que quedarse aparte de la corrección que...
FN - No sabía que había un viaje para ir a ver al Papa...
PW - Aparentemente, sí... Habría un viaje y Moreno no va a formar parte...
FN - ¿Y quién viajaría?
PW - No tengo, exactamente, los datos; pero, aparentemente, habría un viaje.
FN - Usted no tiene los datos; pero, aparentemente, sabe quién no va... ¿No sabe quién va; pero, sabe quién no va?
PW - No. Hay un viaje de funcionarios en el que Guillermo Moreno se habría excluido... Pero, le pregunto: ¿Moreno tiene que permanecer en el gobierno hasta el 2015 o sería bueno prescindir de él?
FN - No es un tema de personas. Si el problema fueran personas, como simplifican algunos, con Moreno, La Cámpora, D´Elía, sería todo más simple. Otros lo llevan a otros extremos y dicen que acá el problema es el peronismo. Y sería fácil: nos agarran a todos los peronistas, nos llevan a la isla Martín García, nos dejan ahí, y Argentina sería fantástica... Y, Argentina, cuando estuvo gobernada por otras fuerzas o por dictaduras cívico militares, le fue mucho peor. El problema somos el conjunto de los argentinos: que nos tenemos que hacer cargo de nuestra historia. Por supuesto que, quienes estamos en el gobierno, tenemos un grado de responsabilidad muy alto; más alto que el de otros sectores políticos. Pero, habría que discutir la responsabilidad de los grupos económicos, de los grupos mediáticos que forman y deforman opinión, que han sido socios de Videla y Martínez de Hoz y, hoy, hablan de calidad de institucional. Entonces, si pudiésemos, toda la sociedad argentina, con las distintas responsabilidades que nos cabe a cada uno, hacernos cargo de nuestros aciertos y nuestros errores y, de una vez por todas, pensáramos una Argentina para todos, nos iría mucho mejor. Pero, si buscamos la simplificación y creemos que, por ejemplo, en los 90 el problema era Menem... Nadie lo votó a Menem. Y, después, vino de la Rúa y tampoco nadie lo votó... Y Cavallo fue ministro de los dos; pero, Cavallo, ahora, es una mala palabra. Y yo recuerdo lo que era Cavallo, que cuando asumió con De la Rúa tenía el 80% de popularidad y la mayoría de la sociedad confiaba en él... Entonces, me parece que nos tenemos que hacer cargo, un poquito, de la historia; porque, sino, simplificamos, y parecemos una hinchada de fútbol. Cuando el equipo gana, aplaudimos y salimos campeones, y ganamos dos partidos. Perdemos uno, nos vamos a la B, y queremos echar al técnico. Bueno, y así anda el fútbol argentino... Por eso, digo: Tratemos de mejorar con responsabilidad, con seriedad, teniendo autocrítica, teniendo un compromiso generoso respecto a todos los argentinos. No pensemos tanto en el microclima o tanto en cuestiones minúsculas: porque el problema es estructural. Y es del mundo, no es de Argentina”.